Un trágico incidente ocurrió en Mendoza, donde un niño de 10 años disparó accidentalmente a su hermano de 14 años mientras manipulaban un arma en el patio de su hogar. Este suceso ha generado gran preocupación sobre la seguridad de los menores y el acceso a armas de fuego en la comunidad.
El hecho tuvo lugar en el Barrio Progreso de Guaymallén, Mendoza, donde el menor, al jugar con un arma de fuego, disparó e impactó en el cuello de su hermano mayor, que fue rápidamente trasladado al hospital en estado crítico. La madre de los niños, quien se encontraba dentro de la vivienda, escuchó el disparo y al salir encontró a su hijo herido en el suelo, quien logró comunicarle que estaban jugando con una pistola proporcionada por un compañero de escuela.
La búsqueda del arma y la llegada de la policía
Cuando la Policía de Mendoza llegó al lugar, confirmaron la gravedad de la situación, aunque no pudieron encontrar el arma involucrada en el incidente. El niño de 10 años, en estado de shock, había desechado la pistola después del disparo. Ambos hermanos fueron trasladados al Hospital Pediátrico Humberto Notti. Mientras el adolescente ingresó con una lesión de bala en el cuello que afectó su tráquea y columna vertebral, el más pequeño fue evaluado y contenido para su seguridad.
Más tarde esa noche, la abuela de los menores se presentó en el hospital portando un revólver calibre 22, afirmando que era el arma con la que sus nietos estaban jugando. Según su declaración, encontró el arma en un descampado cercano a la casa familiar, donde el menor admitió haberla tirado tras el disparo.
Origen incierto del arma y la investigación en curso
El arma, una pistola marca Ataque calibre 22 sin proyectiles, fue inmediatamente confiscada por la policía. Los primeros análisis indicaron que no estaba registrada ni había antecedentes en los sistemas oficiales, lo que plantea serias preguntas sobre cómo llegó a manos de los niños.
La Oficina Fiscal N°1 de Guaymallén está a cargo de la investigación, enfocándose en determinar cómo el arma llegó a estar en posesión de los menores y quiénes podrían ser responsables de su circulación. Además, se han dispuesto rastrillajes en la zona para recolectar más información sobre el caso.
Por el momento, el adolescente se encuentra en estado reservado, y la causa penal avanza entre peritajes, testimonios familiares y la urgente necesidad de esclarecer cómo un arma terminó en el juego de dos niños. Este desafortunado incidente resalta la importancia de la educación sobre seguridad con armas en el hogar y la responsabilidad de los adultos en la supervisión de los menores.
La comunidad espera respuestas sobre este trágico suceso y un mayor compromiso en la regulación del acceso a armas para prevenir futuros accidentes. Es fundamental que se tomen medidas para garantizar la seguridad de los niños y evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro.
